¿Qué es el Proceso de Bolonia?
El Proceso o Declaración de Bolonia es el nombre que se le da a la firma de los ministros de educación de la Unión Europea del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) en 1999 (Bolonia, Italia), que significó el comienzo del llamado Proceso de Convergencia Europea. El EEES acaba con el modelo actual de Universidad pues, mediante Reales Decretos en nuestro país, se eliminan Diplomaturas y Licenciaturas, creándose los nuevos Grados y Posgrados (Máster y Doctorado). En un principio podría parecer positiva la existencia de un espacio universitario único a nivel europeo, de modo que...
- Dejarán de existir las Becas tal y como las conocemos, apareciendo las llamadas Becas-Préstamo (préstamos bancarios a devolver con intereses), es decir, que tendremos que pedir préstamos bancarios para realizar nuestro Grado o Posgrado. ¡Ya no serán necesarios pisos o coches para tener hipoteca!
- De los cuatro años de duración del Grado, según el llamado Eurocrédito, o ECTS (European Credit Transfer System), tan sólo año y medio será de formación específica relacionada con la titulación, perdiéndose las atribuciones profesionales que actualmente garantizan Diplomaturas y Licenciaturas, reduciendo las posibilidades de acceso a un mercado laboral de calidad.
- El ECTS establecerá la obligatoriedad de trabajo durante unas 40 horas semanales, de las cuales tan sólo 10 serán lectivas, y el resto se repartirán entre seminarios, trabajos en grupo, etc, lo que imposibilitará compaginar el estudio universitario con el trabajo (condición imprescindible para muchos), apareciendo lo que se ha venido a llamar la "Jornada Estudiantil".
- El Grado servirá de introducción y adaptación al mercado laboral, y será comparable a la actual FP, estando orientado al ejercicio de actividades profesionales, y a la fabricación, de trabajadores precarios, que obtendrán una formación general, básica, y poco especializada, y que se verán sometidos a las exigencias de movilidad en territorio europeo que las empresas requieran.
- Para obtener el Grado, serán necesarias prácticas de un año en empresas o instituciones, lo que se traduce en un año de trabajo no remunerado para poder acceder al título.
- Para recibir una educación superior de mayor calidad, será necesario pagar un Posgrado, de carácter elitista al ser sus precios entre 3 y 6 veces superiores a los de las actuales carreras universitarias, y de casi tres veces el de los Grados. El precio de ambos ciclos se establecerá exclusivamente en base a su coste, sin tener en cuenta la capacidad económica de la ciudadanía para acceder a los mismos.
- Será la llamada Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), guiada por criterios de rentabilidad y atendiendo a intereses empresariales, la que decidirá qué carreras se podrán o no estudiar. La Universidad Pública dejará de ser el lugar del conocimiento, de todos y para todos, para pasar a estar al servicio de las grandes empresas, atendiendo únicamente a sus demandas. Según el informe económico en esta materia del Comité de Coordinación Universitario, las tasas de ineficiencia son, en Humanidades de un 37%, en Ciencias Sociales y Jurídicas de un 41,2%, en Ciencias Experimentales del 41,6%, en las Técnicas del 46,3%, y en Ciencias de la Salud del 25,6%, ¿dónde quedarán carreras con poca demanda, que no producen más que conocimiento?
- Las leyes reguladoras de este proceso en nuestro país, se siguen aprobando sin un indispensable debate público donde se escuchen las voces de estudiantes, profesores universitarios y, sobre todo, de la ciudadanía. Un proceso como este, que provocará un cambio radical en nuestro sistema educativo, no puede realizarse mediante la decisión impositiva de los dirigentes de la Unión Europea.
- La Universidad será concebida como una empresa, productora de beneficios, como un negocio más del sector servicios, convirtiendo así al conocimiento en mercancía, y a los alumnos en clientes.
- La investigación científica en las universidades dejará de estar guiada por un espíritu humano de superación y solidaridad colectiva, y pasará a estarlo por criterios estrictamente empresariales y de rentabilidad económica.
- Como consecuencia de todo ello, se acentuarán las diferencias sociales entre quienes puedan y no pagar el acceso a una educación superior con el Posgrado (destinado a obtener una mayor cualificación y especialización). Bolonia es retroceder a los años 40, Bolonia es generar desigualdad.
- El objetivo de Bolonia no es la mejora educativa, sino la obtención de mayores beneficios económicos empresariales. Para quienes impulsan el Proceso, si la cultura y el desarrollo humano no son rentables, no deben ser potenciados.
El Proceso de Bolonia es la mayor amenaza jamás hecha a nuestro sistema educativo, y es nuestra obligación actuar en consecuencia.
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